La polémica lleva tiempo desatando debate, especialmente cuando algunos países como Francia han prohibido su uso en los centros educativos.
En España, y aún sin una regulación al respecto, los expertos nos explican cuáles son los pros y contras de la utilización de móviles en los colegios.
Vivimos en una sociedad donde cobra gran fuerza la opinión de que la posesión y el uso excesivo de un smartphone por un niño es contraproducente, especialmente por el acceso incontrolado a contenidos no recomendados para la edad y comprensión de los menores.
Sin embargo, también existen argumentos de peso para pensar que los extremos nunca fueron buenos. De ahí que haya un sector de la sociedad que piense que el uso del móvil es positivo siempre que se haga con una finalidad pedagógica.
Sin duda, resulta complicado. En países como Francia aprobaron una ley que regula el uso de estos dispositivos, y estados como California, con Silicon Valley, donde paradójicamente se coció toda la era mobile, el iPhone o la mayoría de apps que existen en el mercado, también tienen preparado el texto de un proyecto de ley para prohibir el uso de smartphones en los colegios.
Francia es pionera en la regulación de la prohibición de smartphones en los colegios. La ley, que entró en vigor en verano de 2018, establece que a excepción de los reglamentos que lo autoricen expresamente, los menores de 15 años no podrán utilizar smartphones en las escuelas de infantil, primaria y secundaria.
No obstante, aquellos estudiantes que lo deseen, podrán llevar móviles, tablets o cualquier reloj smartwatch en sus mochilas o compartimentos habilitados, pero siempre apagados o en modo avión.
Sin embargo, esta medida no afecta al uso pedagógico de los dispositivos en aquellos proyectos controlados por el personal educativo.
En España según datos del INE (Instituto Nacional de Estadística), uno de cada tres niños de 10 años tiene móvil. Cuando llegan a los 13, esta cifra sube hasta el 78,4%, y alcanza al 90% cuando hablamos de adolescentes de 15 años. Así los datos, esta tendencia casi se convierte en incontrolable.
En cambio, no existe a día de hoy una legislación a nivel estatal que regule el uso de móviles en los colegios. Según Redes Telecom, las asociaciones de padres manifiestan la defensa del uso de smarphones y su oposición a la prohibición en las aulas.
La razón tiene que ver con que consideran que no se puede dar la espalda a las nuevas tecnologías, y que los menores deben adaptarse al momento que vivimos.
Así, se plantea la posibilidad de que esta decisión debe tomarse por el consejo escolar de cada centro. Por lo que en definitiva es cada colegio quien tiene la última palabra.
Existen factores en contra como la pérdida de concentración, o la incitación al ciber acoso y comportamientos agresivos, porque gran parte del contenido está en abierto.
Sin embargo, y aun con estos inconvenientes, hay numerosos expertos en la materia que defienden que el uso de móviles en los colegios también tiene ventajas.
Partiendo de la premisa de que el móvil es algo que forma parte de nuestra sociedad actual y de la de los más pequeños, se empieza a reconocer que lo importante es fomentar el uso y gestión responsable de estos dispositivos.
Además, dichos especialistas afirman que el verdadero problema no está en la tecnología, sino en la convivencia y la educación.
Por ello, es importante implantar un buen uso desde un principio, porque al fin y al cabo va a formar parte de la vida adulta en un futuro.
Algunas organizaciones como la Plataforma Proyecta, establecen que marcando y delimitando claramente unas normas de uso en los colegios, no tienen por qué existir inconvenientes.
Para ello es necesario educar a todas las partes implicadas, tanto a profesores como alumnos y padres, que tienen que incentivar el mensaje de que el móvil está prohibido durante la jornada lectiva y en determinados momentos dentro del centro educativo.
En segundo lugar, los dispositivos como tablets o smartphones en las aulas pueden ayudar al trabajo en equipo, especialmente entre los alumnos de secundaria. Por ejemplo, para casos como que el profesor haga un ejercicio, y los alumnos puedan realizarlo a través de sus dispositivos conectados vía WiFi en el colegio.
En el sentido de que no es necesario acudir al aula de informática.
Por último, el uso en las aulas de estos dispositivos permite que la enseñanza sea más personalizada en función de las necesidades de cada alumno.
En definitiva, cada vez son más colegios, que siempre bajo un uso responsable, y teniendo en cuenta estas ventajas, implantan este tipo de dispositivos en sus aulas.
Para cualquier cuestión al respecto, en Kaizen somos especialistas en consultoría e implantación de soluciones personalizadas para centros educativos de primaria y secundaria.
